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A nadie le resulta fácil asimilar un drama como la de los recientes atentados de Bruselas, pero para los niños es incluso más complicado entender algo así

Por Redacción El HuffPost. 24/03/2016

A nadie le resulta fácil asimilar un drama como la de los recientes atentados de Bruselas, pero para los niños es incluso más complicado entender algo así. En estas situaciones, por tanto, es crucial la labor de padres y profesores.

No obstante, a veces los adultos no saben muy bien cómo afrontar esta experiencia. Por ello fue creada la organización sin ánimo de lucro Child Mind Institute, para ayudar a las familias a lidiar con casos relacionados con la salud mental de los menores.

"No podemos proteger a nuestros hijos, pero sí ayudarlos".

“No podemos proteger a nuestros hijos del dolor y el miedo al que se exponen con esta tragedia”, explica a The Huffington Post el psiquiatra Harold S. Koplewicz, presidente de Child Mind Institute, en referencia a los atentados de Bruselas. “Estos ataques son desgarradores [...]. Pero podemos ayudar a los niños a procesar lo que están experimentando de la forma más sana posible”, apunta.

Por ello, el Child Mind Institute ha preparado diferentes materiales para explicar, especialmente a los padres, cómo se puede hablar a los niños sobre sucesos traumáticos y noticias espantosas. Los recursos están disponibles en varios idiomas, entre ellos el español.

"Tranquiliza a tu hijo", "actúa con calma", "mantén tus costumbres en la medida de lo posible" o "habla con él de lo que ha pasado" son algunas de las recomendaciones de especialistas que ofrece la organización para padres de niños y adolescentes de todas las edades.

En la página web de la asociación se “exploran los problemas más comunes que escuchamos de los padres con niños que están teniendo dificultades”. Ahí se incluyen diversas guías con consejos y artículos con datos de expertos —como La función del maestro cuando ocurre una tragedia o Información básica sobre el trastorno de estrés postraumático—, que tratan de hacer frente a los retos psicológicos de los menores y de ayudar a los adultos a “tomar decisiones informadas” sobre algo tan imprescindible como la salud mental de sus hijos.