Síguenos en

El experto Matig Mavissakalian recomienda seguir de cerca al paciente luego del alta farmacológica para evitar recaídas * La combinación entre dos tipos de drogas y la terapia cognitivo-comportamental es el mejor tratamiento * A través de escalas diagnósticas puede medirse el riesgo de recaídas según uno de los especialistas más reconocidos, al cabo de un año de tratamiento la mitad de los pacientes puede dejar la medicación, aunque allí es cuando más seguimiento hace falta, para prevenir recaídas.

Gabriela Navarra, LaNación.Ar (27-09-2003)

Al cabo de un año de tratamiento y evolución positiva de la Ansiedad: el 50% podría dejar la medicación

 

El experto Matig Mavissakalian recomienda seguir de cerca al paciente luego del alta farmacológica para evitar recaídas
* La combinación entre dos tipos de drogas y la terapia cognitivo-comportamental es el mejor tratamiento
* A través de escalas diagnósticas puede medirse el riesgo de recaídas  según uno de los especialistas más reconocidos, al cabo de un año de tratamiento la mitad de los pacientes puede dejar la medicación, aunque allí es cuando más seguimiento hace falta, para prevenir recaídas.

 

 

 

El doctor Matig Mavissakalian, profesor de la Escuela de Medicina de la Case Western Reserve University y director del Programa de Desórdenes de Ansiedad del hospital de Cleveland, Ohio, EE.UU., visitó por tercera vez la ciudad de Buenos Aires, invitado por la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad (AATA).


Hijo de armenios que escaparon de su país durante el genocidio perpetrado por los turcos en la Primera Guerra Mundial, él nació en el Líbano.


"Mis padres fueron al Líbano para salvar sus vidas, no tenían opción -explica el psiquiatra, que vive en EE.UU.

cerca del lago Erie-.

Estoy seguro de que en la generación de mis padres muchos sufrieron estrés postraumático: soportaron el genocidio, el desierto, eran pobres.

Pero ninguno tuvo tratamiento.

Por eso digo que estos trastornos existieron desde siempre, pero hasta hace algunos años sólo se atendía una psicosis grave o una fuerte depresión, que requerían internación y afectaban al paciente y a su familia.

El resto sufría en silencio.

Y siempre fueron muchos, porque los trastornos de ansiedad son los desórdenes más frecuentes de la vida psíquica."
Mavissakalian advierte que la predisposición genética influye, pero no determina.

"Aunque alguien sin componente genético -dice- puede sufrir un trastorno de ansiedad luego de una situación muy traumatizante, como una violación, el acontecimiento con más riesgo de estrés postraumático."
¿Existe una epidemia de trastornos de ansiedad? "Bueno -reflexiona el psiquiatra-.

Ahora no se cuestiona que la situación social contribuye.

En la Argentina, con todos los estímulos negativos que ha venido sufriendo la gente, nadie puede dudar de que haya más depresión y ansiedad."
Mientras Mavissakalian recuerda que el mismísimo Sigmund Freud llamó "neurosis ansiosa" a un cuadro que hoy podría homologarse con el ataque de pánico agrupado junto al trastorno de ansiedad generalizada y alguna fobia específica, dice que las terapias cognitivo-comportamentales son muy efectivas para enfrentar estos desórdenes, junto con benzodiazepinas y antidepresivos.


"Cuando uno sigue a un paciente durante años -dice- se advierte que la descripción de Freud era acertada y que la persona puede tener diferentes cuadros a medida que transcurre el tiempo, todos ligados a la ansiedad.

Ahora, a diferencia de lo descripto por Freud como una misma entidad, consideramos un trastorno que predomina y, el resto, comorbilidad."
¿Cuánto debe durar un tratamiento? El experto aclara que no hay recetas fijas.

Pero sí guías.



Predicciones

"Un paciente es tratado, y si al cabo de un año mejora, gradualmente se interrumpe la medicación -dice-.

Hasta ahora se demostró que un 50% de quienes dejan los fármacos recae.

Al recaer, se hace el tratamiento nuevamente y luego de uno a dos años se interrumpen las drogas otra vez.

Pero si hay recaída por una tercera vez ese paciente necesita estar medicado.

Allí es más simple decidir.

El problema es anticiparse y predecir quiénes serán los que recaerán, pero antes de la recaída.


"Mi idea actual es que luego de quitar la medicación hay que seguir al paciente muy de cerca para ver cómo continúa.

Mi última investigación consiste en evaluar la utilidad de instrumentos de medición especiales, tests y escalas, que permiten monitorear cambios muy sutiles, que ni el paciente ni su familia notan, y que pueden indicar riesgo, aunque diga sentirse muy bien.

Así, es posible prevenir una recaída hasta dos meses antes y actuar para evitarla."