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En opinión del catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense Juan José López Ibor la mayor cantidad de horas de luz propia de los días de verano favorece la aparición de trastornos como la euforia, la manía o la hipomanía.

EUROPA PRESS

En opinión del catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense Juan José López Ibor la mayor cantidad de horas de luz propia de los días de verano favorece la aparición de trastornos como la euforia, la manía o la hipomanía.

 

Parece ser que más que las elevadas temperaturas propias de estas fechas, el hecho es que el aumento de las horas de luz solar afecta a los estados de ánimo, excitándolos y estimulándolos.

 

 

Estas afirmaciones han tenido lugar en el seno los Cursos de Verano de la Universidad Complutense que se están celebrando en San Lorenzo de El Escorial (Madrid).

 

 

Muchas personas se encuentran en esta estación más animadas y activas, sintiendo una menor necesidad de sueño.

Se trata de personas que, cuando llegan las jornadas del invierno, suelen estar más decaídos y tristes, experimentando además un mayor cansancio.

 

 

Para López Ibor a partir de 28 grados centígrados el conciliar el sueño es francamente difícil.

No obstante, el psiquiatra considera que, afortunadamente, esta menor calidad de sueño coincide con una época en la que habitualmente se necesita dormir menos.