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Romper con tu pareja siempre es difícil, pero mucho más complicado es cuando se tienen amigos en común y, en el fondo, aunque rompes la relación, quieres seguir teniendo contacto con esa persona. ¿Es posible ser amigo de un ex? Por supuesto. ¿Lo recomiendan los psicólogos? En absoluto. Es verdad que cada situación es única y puede haber excepciones pero en cuanto a la amistad con los ex se refiere, los expertos en relaciones y psicología lo desaconsejan.

MELISSA GONZÁLEZ 29/05/2023

Por qué no debes ser amigo de un ex, según la psicología

Salvo excepciones, no suele ser buena idea...

 

Romper con tu pareja siempre es difícil, pero mucho más complicado es cuando se tienen amigos en común y, en el fondo, aunque rompes la relación, quieres seguir teniendo contacto con esa persona. ¿Es posible ser amigo de un ex? Por supuesto. ¿Lo recomiendan los psicólogos? En absoluto.

Es verdad que cada situación es única y puede haber excepciones pero en cuanto a la amistad con los ex se refiere, los expertos en relaciones y psicología lo desaconsejan. «Tras una separación, es fundamental atravesar un proceso de duelo y sanación emocional. Mantener una amistad cercana con tu ex puede dificultar el proceso de recuperación, impedir el avance emocional individual y cerrar la puerta a nuevas relaciones saludables», justifica Lidia Alvarado, psicóloga experta en relaciones de pareja.

 

La presencia constante de tu ex pareja puede evocar recuerdos dolorosos y prolongar el tiempo necesario para superar la relación. En cambio, la distancia y el tiempo alejados permiten que ambos individuos se concentren en sí mismos y reconstruyan sus vidas de manera independiente.

Hemos rotos... ¿y ahora qué?

Las rupturas suelen ser dolorosas, y más cuando una de las partes no está de acuerdo en la separación. A menudo, después de una ruptura, quedan sentimientos no resueltos, como el resentimiento, tristeza o incluso amor no correspondido, y estos pueden interferir en la capacidad de establecer una amistad saludable. «Al mantener contacto frecuente, es posible que estos sentimientos se mantengan y dificulten el avance emocional de ambas partes. Es necesario que cada uno tenga la oportunidad de procesar sus emociones y seguir adelante antes de intentar forjar una amistad genuina», alerta Lidia Alvarado.

 

 

Por otro lado, mantener una amistad estrecha con tu ex pareja puede ser perjudicial para futuras relaciones sentimentales. Tanto tú como tu ex podrían encontrar dificultades para establecer nuevas conexiones significativas si existe una presencia constante del pasado en sus vidas. Las parejas potenciales pueden sentirse incómodas o inseguras al ver la cercanía entre dos personas que alguna vez fueron íntimas. En cambio, mantener una distancia adecuada puede permitir que ambos individuos avancen y establezcan relaciones saludables sin obstáculos emocionales.

«Algunas relaciones pueden ser tóxicas, y tratar de mantener una amistad con una ex pareja en estos casos puede ser extremadamente dañino. Si la relación pasada estuvo marcada por el abuso emocional, físico o verbal, intentar mantener una amistad puede llevar a recaídas en estos patrones», alerta Alvarado.

Mejor no ser nada

Paloma Rey, también psicóloga, expone los motivos por los que no es buena idea:

- Inicio disfuncional: cuando dos personas inician una amistad parten de una experiencia agradable y positiva. Sin embargo, tras una ruptura las personas han experimentado conflictos y emociones negativas (como la decepción o el resentimiento), que impiden que el inicio de la amistad se haga desde una perspectiva sana. Además, conocemos facetas íntimas de la otra persona que, generalmente, no conocemos o ahondamos cuando nuestra relación es estrictamente de amistad. «Esto puede generar sentimientos de vulnerabilidad ante la otra persona», alerta.

- Falsas esperanzas: «Tras la ruptura es posible que una o las dos personas continúen teniendo sentimientos, por lo que el mantenimiento de la comunicación entre ambos puede alimentar la esperanza de una posible reconciliación. Por tanto, no estamos hablando de una amistad, sino de un intento por retomar una relación sentimental que, por distintos motivos, no ha funcionado», dice la psicóloga Rey.

- Bloqueo/estar estancado: explica Paloma Rey que mantener una relación de amistad tras una ruptura dificulta y llega a impedir la realización del duelo y, por tanto, nos ancla en el pasado. Tras la ruptura es necesario un periodo de contacto cero, donde ambos puedan hacer una reflexión sobre aquellos aspectos que han hecho que la relación no haya funcionado correctamente, evalúen cuáles son sus expectativas de futuro y lo que necesitan y quieren en una relación de pareja. «Si se mantiene contacto, esta reflexión no es posible».

- Dependencia emocional/ miedo al abandono o soledad: si la relación ha sido tóxica es posible que hayamos generado una serie de patrones de comportamiento que nos aten a la relación y, por tanto, nos estanquen en nuestro crecimiento personal. «Debemos tener en cuenta que cuando se produce la ruptura de la pareja, también se rompen las expectativas, hábitos y planes de futuro. Esto hace que sintamos que cuando se produce la ruptura sintamos un 'salto al vacío', el cual nos puede generar ansiedad, sentimientos de desesperanza, miedo o incertidumbre», comenta. Todo ello nos empuja a querer retener, en cierta manera, lo que teníamos.

«Es muy raro el caso en el que las personas puedan conseguir mantener una amistad, pero en cualquier caso sería tras un periodo de tiempo de reflexión, en el cual sanan las heridas y hemos cerrado definitivamente esta etapa», indica la experta en psicología.

No obstante, para muchas personas el fin de una relación amorosa puede ser una oportunidad para el crecimiento personal y la reflexión. «Eligen mantener la amistad con sus ex parejas como una forma de aceptar el cambio y continuar el vínculo de una forma diferente. Esta elección puede ser especialmente relevante cuando la separación fue amigable y basada en la comprensión mutua de que la relación romántica no funcionaba, pero aún valoran la compañía y la amistad», afirma Lidia Alvarado.

En algunos casos, las parejas pueden descubrir que tienen una mejor compatibilidad como amigos que como pareja romántica. La química emocional, la comunicación y los intereses compartidos, tal como dice esta psicóloga, «pueden ser elementos que se mantienen intactos después de la ruptura, y la amistad brinda una oportunidad para disfrutar de esos aspectos sin las tensiones y demandas que pueden existir en una relación romántica».