Chile está viviendo de forma generalizada un deterioro de las condiciones financieras, existiendo, por tanto, un alto grado de incertidumbre respecto de su evolución futura. Este estado afecta notablemente a la población, no solo en aspectos sociales o económicos, sino también en lo referente a la salud mental que se ve dañada de forma generalizada por un aumento del estrés.
A comienzos de año, las autoridades políticas y económicas de los diferentes países lanzan sus proyecciones para el nuevo ciclo que comienza. En el caso de Chile, aunque habría crecido entre un 2% y 2,5% el pasado 2022, para este 2023 las predicciones apuntan a que el país se enfrentará a caídas en su Producto Interno Bruto (PIB) en más de un trimestre.
Desde el Banco Central de Chile (BC), una prestigiosa entidad con un alto reconocimiento, su Presidente, Rosana Costa, apunta que la baja contracción prevista para este nuevo año se debe a un descenso en la demanda, algo inevitable para bajar la inflación hasta el 3% anual y corregir el desajuste que existe hoy día entre capacidad de producción y demanda. Asimismo, apunta que se producirá una reducción en la inversión y en el consumo nacional y que, a pesar de ello, no recibirá ayuda por parte de los poderes económicos globales.
Cómo influye esta situación de incertidumbre en la salud mental
Con problemas económicos tan importantes a los que enfrentarse, el nulo crecimiento del país y los altos tipos de interés, no es de extrañar que se esté produciendo un deterioro en la salud mental en la ciudadanía, por un exceso de preocupaciones.
En este sentido, es preciso señalar la estrecha relación entre los factores socioeconómicos y la incertidumbre. Uno de los elementos que más penaliza a la economía de un país es la inseguridad, que resta puntos de PIB. Por este motivo, son muchos empresarios, debido a estas negativas expectativas, que no invierten, producen menos, consumen menos…
Un estado financiero que no solo afecta la PIB de forma negativa, sino a todo lo que fomenta el crecimiento económico, como es el caso del empleo, el consumo de los hogares y las familias, entre otros aspectos relevantes.
Esta situación tan desfavorable hace las familias sufran un mayor estrés, que en muchas ocasiones se traduce en trastornos como la ansiedad o la depresión, mermando notablemente el bienestar emocional y su calidad de vida. Tal y como apuntan desde Centro Ps. Eduardo Schilling, todo un referente en el sector de la psicología en Chile, es necesario cultivar la capacidad de resiliencia para superar estas duras etapas que cada vez se repetirán con mayor frecuencia e intensidad.
Cómo ayuda la terapia a superar situaciones de incertidumbre
La incertidumbre es posiblemente una de las emociones que más cuesta manejar ya que parece que no hay nada seguro a lo que aferrarse. No obstante, la vida está llena de momentos más o menos inciertos, cuando existen problemas graves de salud, cuando la situación económica se tambalea… Los trabajos son cada día más inestables, así como las relaciones. En cualquier momento la vida puede dar un vuelco de 360 grados y hay que aceptarlo, aunque no sea tarea fácil.
En este contexto, se debe aceptar que tarde o temprano todo el mundo atraviesa por momentos de incertidumbre. Lo mejor llegado el caso es buscar apoyo profesional para superar la situación y que no empeore hacia trastornos que mermen la calidad de vida y el bienestar emocional de manera definitiva.
Herramientas para manejar los momentos de incertidumbre
La terapia presencial u online ayuda a manejar este tipo de situaciones con gran efectividad. En primer lugar, ayuda a aceptar que las cosas son inciertas, que la incertidumbre forma parte de la propia existencia, que es imposible tenerlo todo bajo control y que esto no debe afectar a la salud mental.
En segundo lugar, la terapia psicológica permitirá reforzar y fomentar la confianza en uno mismo, en sus capacidades y recursos frente las situaciones externas que no se pueden controlar. Hay que analizar la vida desde el punto de vista de todo lo que ya se ha recorrido y se ha sido capaz de superar, lo que demuestra que el ser humano es un superviviente y tiene una gran capacidad de adaptación y resiliencia.
Un método para manejar la incertidumbre en psicología es la técnica del anclaje, en la que se recuperan estados emocionales pasados. De este modo, el individuo rescata experiencias anteriores de la memoria y evoca momentos de su vida en los que ha sido capaz de superar grandes adversidades. El objetivo es liberar ese estado emocional para traerlo al momento presente, fomentando un estado de mayor tranquilidad, de confianza en uno mismo. Este proceso se ha comprobado que es de gran ayuda para manejar un poco mejor la incertidumbre.