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La demencia no es una enfermedad en sí misma, sino que es un término que engloba a varias afecciones neurológicas que afectan al cerebro. Se manifiesta con la dificultad para recordar, pensar o tomar decisiones. Es decir, se asocia con la pérdida de la memoria y el deterioro cognitivo

ANDREA REYES 22/01/2024

Estos son los 5 rasgos de personalidad que pueden predecir la demencia

CEREBRO

Según un estudio, el optimismo ayuda a prevenir esta alteración o bien contrarrestar los efectos que produce en el cerebro

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Estos son los 5 rasgos de personalidad que pueden predecir la demencia

 Pexels

 

 

La demencia no es una enfermedad en sí misma, sino que es un término que engloba a varias afecciones neurológicas que afectan al cerebro. 

 

Se manifiesta con la dificultad para recordar, pensar o tomar decisiones. Es decir, se asocia con la pérdida de la memoria y el deterioro cognitivo. En consecuencia, afecta la vida de una persona, interviniendo en sus actividades cotidianas.

Esta alteración se asocia a la vejez, sin embargo, existen otros factores que aumentan su prevalencia y que no se debe ignorar. Al respecto, un reciente estudio toma en cuenta los principales rasgos de personalidad y predice cuáles son más propensos a protegernos de la demencia, y cuáles la exacerban. Descúbrelos.

Relación de la demencia con la edad y otros factores

Durante la vejez no es condición normal experimentar demencia, hay muchas personas adultas mayores que pasan sus años sin manifestar un deterioro cognitivo, según explican desde los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades.

Es cierto que la edad es un factor clave, pero existen otros aspectos que también aumentan el riesgo de tener demencia y que no están ligados a los años de una persona. Estos son:

 

  • Deficiencia hormonal.

 

  •  Padecer traumatismos craneoencefálicos.

 

  • Factores genéticos, entre otros.

En suma, no sólo los adultos pueden tener demencia, sino que puede diagnosticarse a cualquier edad. Esto ha despertado el interés de la comunidad científica que da herramientas para prevenir el riesgo de padecerla.

Cómo se comporta una persona con demencia

Cómo se comporta una persona con demencia

Los 5 grandes rasgos de la personalidad

El término de demencia incluye varias afecciones neurológicas, principalmente la enfermedad del AlzhéimerSe trata de una alteración en la capacidad de recordar, pensar o tomar decisiones. Es decir, se relaciona con la pérdida de la memoria y el deterioro cognitivo.

Como se mencionó, la demencia no es una alteración propia de la edad, sino que hay otros factores que también aumentan la probabilidad de tenerla, por eso es importante que nuestro cerebro esté activo, por ejemplo, con actividades y juegos adecuados.

Al respecto, una reciente investigación de la Universidad Northwestern, en Chicago, publicada en la revista científica Alzheimer's & Dementia, se focalizó en los comportamientos diarios -positivos y negativos- y señaló que éstos pueden ser determinantes en el desarrollo de la demencia.

Es decir, para el nuevo análisis los investigadores tomaron en consideración los resultados de 8 estudios que incluyeron a más de 44.000 personas, de las cuales 1.703 desarrollaron demencia, y analizaron lo que los psicólogos consideran los 5 grandes rasgos de la personalidad. Estos son:

1. Escrupulosidad.

2. Extraversión.

3. Apertura a las experiencias.

4. Neuroticismo.

5. Amabilidad.

Por lo tanto, el equipo de científicos, dirigido por la investigadora Eileen Graham, profesora asociada de ciencias sociales médicas de la Universidad Northwestern, estudió la influencia de estos rasgos de personalidad en la reducción o el aumento de que una persona sea diagnosticada con demencia. ¡Así es! 

 

Factores psicosociales pueden predecir la demencia

Los autores concluyeron que los factores psicosociales pueden predecir el diagnóstico de demencia. Graham refiere que aspectos como satisfacción ante la vida, perspectiva respecto al futuro y bienestar son clave en el desarrollo de esta alteración.

A continuación, los resultados que hallaron los investigadores en función de los 5 rasgos de personalidad analizados:

 

  • Las puntuaciones altas de los rasgos negativos como neuroticismo (ser neurótico) y estados emocionales negativos, se asocian al aumento del riesgo de demencia. De igual modo que las puntuaciones bajas de escrupulosidad, extraversión y amabilidad.

 

  • Las puntuaciones altas respecto a la apertura de nuevas experiencias, amabilidad y la satisfacción ante la vida, se asocian a un bajo riesgo de deterioro cognitivo, según hallaron los investigadores.
Nos pasamos la vida buscando la felicidad plena, incluso cuando creemos que justo en ese momento somos felices, miramos atrás para ver si lo éramos hace unos días, o hace unos años. 

Se define como felicidad al estado de ánimo en el que una persona se siente plenamente satisfecha y cree gozar de todo lo que desea en ese momento, de todo lo que la hace sentirse bien.

Sin embargo, lograr la felicidad es más difícil de lo que creemos, pues estar completamente felices y contentos con todo en nuestra vida es algo muy difícil de conseguir, ya que siempre hay algún pequeño problema que interfiere. 

De este modo, hasta cuando creemos ser felices hay algo que se opone a nuestros sentimientos. ¿Pero, qué es lo que puede hacer que sentirse 100% feliz sea tan difícil?

Un estudio reciente ha descubierto que puede ser que nunca logremos la felicidad completa porque nuestros sentimientos presentes siempre interferirán con los recuerdos del bienestar pasado, según la revista Psychological Science. 

En ese caso, si en el pasado hemos vivido una mala situación que no nos ha hecho felices, puede ser que interfiera en el presente cuando sí estamos siendo felices, cambiando de nuevo nuestros sentimientos. 

La felicidad presente depende mucho de los sentimientos pasados

Según explican Alberto Prati (University College London y la Universidad de Oxford) y Claudia Senik (Universidad de la Sorbona), ambos autores del estudio, “las personas felices tienden a exagerar la mejora de su satisfacción con la vida con el paso del tiempo, pero las personas infelices tienden a exagerar el deterioro de su nivel de felicidad”, lo que indicaría “ cierta confusión entre sentirse feliz y sentirse mejor”. 

Con el objetivo de investigar cómo nuestros sentimientos actuales influyen en nuestros recuerdos de felicidad pasada, los investigadores analizaron datos de cuatro encuestas longitudinales. 

En ese caso, se centraron en los datos sobre el bienestar de 11.056 ciudadanos alemanes que respondieron a una serie de preguntas entre los años 2006 y 2016.

Cada año, los participantes informaron cuán satisfechos estaban con su vida en una escala del 1 al 10. Además, en el año 2016, también se pidió a los encuestados que seleccionaran uno de los nueve gráficos de líneas que mejor reflejaba la trayectoria de su satisfacción con la vida durante la última década.

Finalmente, los expertos vieron que las selecciones de gráficos de los participantes generalmente reflejaron sus respuestas anteriores. 

Así, las personas que informaron una mayor satisfacción con la vida actual tenían más probabilidades de seleccionar un gráfico que ilustrara la mejora continua; las personas con una satisfacción media eran más propensas a seleccionar un gráfico que ilustrara una leve mejoría; y las personas que informaron una menor satisfacción con la vida actual tenían más probabilidades de seleccionar un gráfico que ilustrara caídas en su bienestar.

Por tanto, los resultados confirman que “las personas pueden recordar cómo solían sentirse con respecto a su vida, pero también tienden a mezclar este recuerdo con la forma en que se sienten actualmente

Satisfacción ante la vida

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Hábitos diarios saludables para el cerebro

Estos resultados podrían demostrar que la manera de ser de una persona puede influir en si el comportamiento diario es saludable o no saludable para el cerebro, sostiene Graham, investigadora y directora del estudio.

“El neuroticismo está relacionado con la aparición de la demencia, y las personas con neuroticismo son más propensas a la ansiedad, el mal humor y la preocupación”, señaló Graham en un comunicado de prensa de la universidad.

Por otro lado, la principal autora de la investigación sostuvo que “las personas conscientes son más propensas a hacer ejercicio, concertar y asistir a citas de salud preventiva y beber menos”.

De este modo, Graham sugiere que una posible intervención “podría ser útil para mejorar los comportamientos de salud de una persona y obtener mejores resultados de salud”. 

 

Ser positivo reduce el riesgo de demencia

Cabe señalar que los autores comprobaron que estas tendencias se mantuvieron incluso al evaluar otros factores como edad, sexo y nivel educativo. Además, observaron que el daño físico en el cerebro, no generaba un cambio en los hallazgos obtenidos.

Por lo tanto, las personas positivas tienen más probabilidad de prevenir el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer, e incluso, en caso de producirse cambios en el cerebro, contrarrestar el efecto y sobrellevarlo mejor, sugieren los investigadores.

Por lo tanto, según este estudio tener una actitud naturalmente positiva reduce el riesgo de desarrollar demencia