Un error que la gente comete con frecuencia al deprimirse en la época de festividades de fin de año es recurrir al consumo de alcohol o a las drogas.
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD
Washington, DC, 23 de diciembre de 1997
Un error que la gente comete con frecuencia al deprimirse en la época de festividades de fin de año es recurrir al consumo de alcohol o a las drogas.
Esto empeora la situación: al pasar el efecto aumenta la depresión, dijo el Dr. Iván Montoya, consultor de Estilos de Vida Saludable y Salud Mental de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El consumo moderado de bebidas alcohólicas y no conducir después de beber alcohol en exceso son consejos que pueden significar la diferencia entre unas fiestas felices o una tragedia que después habrá que lamentar.
La tasa de suicidios aumenta en las Américas en la última etapa del año, por lo que conviene tener en cuenta los síntomas de un cuadro depresivo para asistir a un familiar, a un amigo o algún compañero de trabajo.
De observarse tristeza, pérdida de energía, problemas para conciliar el sueño, irritabilidad, la sugerencia es consultar a un médico o a un consejero, pues esos son aspectos típicos de una depresión.
Los suicidios en estas fiestas suelen presentarse con mayor frecuencia en las sociedades con tradición judeo-cristiana, aunque las costumbres de Navidad se van extendiendo a otros países como Japón.
Hay personas que se deprimen con más facilidad que otras.
Quienes están solos, tienen dificultades para relacionarse socialmente o no encuentran un apoyo por la barrera del idioma, tienden a perder interés en participar en diversas actividades o a sentirse marginados, expresó.
"Los que tienen a sus familiares en otros países o encuentran costumbres de Navidad diferentes a las de sus lugares de origen, son más vulnerables a la depresión.
Para evitar ese estado deben procurarse encuentros familiares, reuniones con amigos o participar en actividades religiosas", indicó el Dr.
Montoya.
Las personas que no disponen de las posibilidades referidas, pueden incorporarse a grupos voluntarios.
Al referirse a familias que están solas o se sienten desarraigadas, dijo que "en tales circunstancias hay tendencia marcada a conflictos, sobre todo si en esos núcleos hay hijos adolescentes.
En un medio ajeno existe una gran diferencia cultural entre los padres y lo que el nuevo ambiente ofrece a los hijos.
Se presentan disputas.
De sumarse a esa situación la depresión de un miembro de la familia, nos enfrentamos a un cuadro que puede derivar en acciones violentas", dijo.
Agregó que "la familia aislada en forma usual pasa por un período muy difícil durante la época de fiestas, en especial al haber carencia de integración con el medio".
"El apoyo resulta fundamental para la persona sola.
Hablar con alguien que escuche, poder verbalizar ayuda mucho a las personas.
No hay que callar, pues así aumenta la depresión.
La comunicación es la palanca que mueve voluntades", indicó.
La Organización Panamericana de la Salud se estableció hace 95 años para trabajar con las naciones de este hemisferio para combatir enfermedades, prolongar la vida, y promover la salud mental y física de los habitantes de la región.