La "depresión de la tumbona" es la amenaza psicológica de las vacaciones, la época supuestamente más esperada del año y que puede convertirse en pesadilla para quienes no saben relajarse, según advierten los doctores de la Clínica Psiquiátrica Wagner-Jauregg de Linz, en Austria.
La "depresión de la tumbona" es la amenaza psicológica de las vacaciones, la época supuestamente más esperada del año y que puede convertirse en pesadilla para quienes no saben relajarse, según advierten los doctores de la Clínica Psiquiátrica Wagner-Jauregg de Linz, en Austria.
Los psiquiatras austriacos subrayan que mucha gente pone demasiadas expectativas en las vacaciones y no descansa lo suficiente durante el resto del año, por lo que tampoco lo consigue en esos días y las jornadas que pasa fuera del trabajo le aportan nuevo estrés.
Según explicó Antón Toelk, jefe del instituto de psicoterapia de esta clínica en el centro de la República alpina, resulta imposible recuperar, como muchos pretenden en vacaciones, el ocio que no se ha disfrutado durante el resto del año.
Por lo tanto, aconsejan la búsqueda de estrategias para la "mejor época del año" a fin de evitar el estés, aunque sería exagerado y contraproducente hacerlo con demasiada minuciosidad.
Antes de la partida a algún centro turístico, conviene pasar dos días de vacaciones entre las cuatro propias paredes, subraya el experto, y durante las vacaciones uno debería tomarse el tiempo necesario para las ocupaciones preferidas individuales.
En general, las mujeres sufren más que los hombres la "depresión de la tumbona", en especial las que tienen que compaginar la vida familiar con la profesional, y les resulta más difícil aún cambiar del trabajo al recreo.
Durante los tiempos en los que está previsto el ocio, las madres a veces no consiguen relajarse del todo porque sienten la responsabilidad permanente de atender a la familia y que los demás descansen, añadió el psicólogo.